Es importante diferenciar el cliente digital del usuario digital en el ámbito del marketing digital. Se cometen errores al tratar a ambos de la misma manera, sin tener en cuenta sus expectativas y comportamientos distintos.
El cliente digital son las personas que han adoptado la tecnología y la digitalización como parte de su vida, como los millennials, la generación Z y las generaciones posteriores. Estos clientes tienen valores y formas de actuar diferentes a los usuarios digitales, que son personas que utilizan la tecnología digital como herramientas para muchas de sus necesidades, con un volumen de consumo mucho más inferior al anterior grupo de clientes.
El marketing digital ofrece ventajas como la inmediatez y la accesibilidad a diferentes segmentos de clientes. Sin embargo, al no diferenciar entre el cliente digital y el usuario digital, se pueden generar resultados comerciales desiguales en campañas dirigidas al mismo grupo objetivo.
La experiencia de cliente, las expectativas, la forma de compra y el proceso de relación con la marca son diferentes para el cliente digital y el usuario digital. Mientras que las reseñas, la influencia de las redes sociales y las campañas de influencers tienen un mayor impacto en el proceso de compra del cliente digital, el usuario digital sigue comprando con criterios y valores diferentes, esperando más experiencias acordes a su perfil.
Por lo tanto, se sugiere adaptar las estrategias y acciones de marketing digital a las diferencias entre el cliente digital y el usuario digital. Esto implica personalizar el proceso de venta y la campaña según el rol de cada uno, y no solo basarse en la edad, la ubicación o la formación de las personas.
No considerar esta diferenciación puede afectar las ventas, la reputación de la marca, el posicionamiento y las referencias en redes sociales. Es importante tener un conocimiento profundo del marketing en general y utilizar las métricas adecuadas para medir los resultados y ajustar las estrategias en consecuencia.
Fuente: puromarketing.com
