Cuando alguien te causa un daño —ya sea físico, material o moral— tienes derecho a ser indemnizado. Este derecho está respaldado por la ley, y existe un protocolo claro para reclamarlo. Aquí te lo explicamos paso a paso:
1. Identifica el daño y recopila pruebas
Reúne toda la evidencia posible: fotos, testigos, facturas, informes médicos, etc. Cuanto más documentado esté el daño, más sólida será tu reclamación.
2. Intenta una solución amistosa
Antes de ir a juicio, puedes enviar una reclamación extrajudicial al responsable (por carta o correo), explicando el daño, solicitando la indemnización y dando un plazo para responder.
3. Calcula el monto de la indemnización
Debe cubrir los gastos reales (reparación, tratamientos, lucro cesante) y, si corresponde, daños morales. A veces se necesita la ayuda de un abogado o perito.
4. Si no hay respuesta o acuerdo, acude a la vía legal
Presenta una demanda ante el juzgado competente. Es recomendable tener asesoría legal. La justicia puede ordenar que te indemnicen si demuestras el daño, la culpa y la relación entre ambos.
Recuerda:
- Tienes un plazo legal para reclamar (prescripción), que varía según el tipo de daño.
- Si el responsable tiene seguro, puedes reclamar directamente a la aseguradora.
Si crees que tienes derecho a una indemnización, ¡no te quedes de brazos cruzados! Infórmate y actúa.