Heredar una empresa en Galicia

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Cuando hablamos de heredar una empresa en Galicia, es fundamental tener claros ciertos requisitos legales y administrativos que garantizarán una transición adecuada y evitarán problemas en el futuro. Hoy te contamos uno de los aspectos clave: el cumplimiento de las disposiciones del testamento y las leyes de sucesiones.

El Testamento: Clave para la Sucesión

El testamento es el documento principal que determina cómo se repartirán los bienes del fallecido, incluida la empresa. En Galicia, al estar sujeta al Derecho Civil Gallego, los herederos deben tener en cuenta los siguientes puntos:

  • Ley de Montes y Sucesión Forzosa Gallega: Según la normativa autonómica, los descendientes tienen derecho a la legítima, que constituye una parte mínima de la herencia que no se puede desheredar.
  • Si la empresa está en copropiedad o afecta a bienes indivisibles, el testamento puede especificar un heredero principal para evitar conflictos.

Planificación de la Empresa Familiar

Muchas empresas familiares en Galicia ya contemplan un plan de sucesión empresarial, en el que se define:

  • Quién tomará el control.
  • Cómo se dividirán las acciones o participaciones, si las hay.
  • Cómo se respetarán los derechos de los herederos.

Fiscalidad y Ventajas Fiscales en Galicia

En Galicia existen beneficios fiscales para la sucesión de empresas familiares, como:

  • Reducciones del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Si cumples ciertos requisitos (como mantener la actividad durante un período mínimo), puedes obtener una reducción significativa del valor del impuesto.
  • Es imprescindible presentar la documentación en los plazos establecidos (6 meses desde el fallecimiento, prorrogable a 1 año).

Consejo Final: Documentación en Orden Para heredar una empresa en Galicia, asegúrate de:

  • Tener el testamento actualizado.
  • Revisar los estatutos de la empresa si se trata de una sociedad.
  • Contar con el asesoramiento de un abogado o gestor especializado en herencias y fiscalidad gallega.

Pasos para dar de baja una empresa

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Dar de baja una empresa es un proceso que implica varios trámites administrativos y legales para asegurarse de que la empresa deja de operar formalmente, se elimina de los registros pertinentes y se cumplen todas las obligaciones fiscales y laborales. Ya sea porque la empresa ha dejado de ser viable, porque los socios han decidido disolverla o por cualquier otro motivo, es importante seguir correctamente los pasos establecidos por la normativa.

1. Decisión de disolución de la empresa

El primer paso para dar de baja una empresa es la disolución formal de la sociedad. Para ello, los socios o accionistas deben tomar una decisión en una junta general. En el caso de una sociedad limitada (SL) o una sociedad anónima (SA), esta decisión se toma por mayoría, siguiendo lo que estipulan los estatutos de la empresa.

  • Acta de disolución: La decisión debe quedar registrada en un acta, que debe ser firmada por los socios o administradores de la empresa.
  • Causas de disolución: Las causas pueden ser diversas: por acuerdo de los socios, por la finalización del objeto social, por fusión o escisión, entre otras.

2. Liquidación de la sociedad

Una vez tomada la decisión de disolver la empresa, se pasa a la fase de liquidación, donde se deben cumplir los siguientes pasos:

  • Inventario y valoración de activos y pasivos: Se realiza un inventario detallado de todos los bienes, deudas y obligaciones de la empresa. Esto incluye la venta de activos, el cobro de deudas y el pago de las obligaciones pendientes.
  • Distribución del patrimonio: Tras saldar todas las deudas y liquidar los bienes, el patrimonio restante se distribuye entre los socios conforme a lo estipulado en los estatutos de la sociedad.
  • Nombramiento de liquidadores: En muchos casos, los administradores de la empresa pueden ser designados como liquidadores. Estos se encargan de la gestión de la liquidación.

3. Elaboración del balance de liquidación

El balance de liquidación es un documento en el que se reflejan todos los movimientos realizados durante el proceso de liquidación. Este balance debe ser aprobado por los socios y, en algunos casos, puede necesitar la intervención de un auditor. Este paso es importante para garantizar que todos los compromisos y pagos se han cumplido adecuadamente.

4. Inscripción de la disolución en el Registro Mercantil

Para que la disolución tenga efectos legales, debe ser inscrita en el Registro Mercantil de la provincia donde la empresa esté registrada. Para ello, debes presentar la escritura pública de disolución, junto con el acta de la junta general, el balance de liquidación y cualquier otro documento relevante.

5. Dar de baja la empresa en Hacienda

Una vez que la empresa ha sido disuelta y liquidada, es necesario dar de baja la empresa en la Agencia Tributaria.

  • Presentación del modelo 036: Este es el formulario oficial de la Agencia Tributaria para la declaración censal de la baja de la actividad empresarial.
  • Cancelar el alta en el IAE (Impuesto de Actividades Económicas): Si la empresa estaba dada de alta en el IAE, debe darse de baja en este impuesto.
  • Liquidación de impuestos pendientes: Se debe presentar la liquidación de todos los impuestos pendientes, como el IVA, el Impuesto de Sociedades, o el IRPF (si corresponde).

6. Baja en la Seguridad Social

Si la empresa tiene empleados, se debe dar de baja a la empresa como responsable de sus trabajadores en el Régimen General de la Seguridad Social. Además, si la empresa estaba dada de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), el administrador o socios autónomos también deben darse de baja.

  • Presentar el modelo de baja en la Tesorería General de la Seguridad Social.
  • Liquidación de las cuotas pendientes: Si quedan cuotas pendientes de la Seguridad Social, deberán liquidarse antes de dar de baja la empresa.

7. Dar de baja las licencias y permisos municipales

Si la empresa cuenta con alguna licencia de apertura, licencias sectoriales o permisos especiales otorgados por el Ayuntamiento o la Comunidad Autónoma, es necesario dar de baja estos permisos.

  • Licencia de apertura: Si la empresa operaba en un local, deberá notificar al Ayuntamiento la finalización de su actividad para dar de baja la licencia correspondiente.
  • Otros permisos y autorizaciones: Si la empresa disponía de otras autorizaciones específicas para su actividad (por ejemplo, en el ámbito sanitario, de seguridad, etc.), también deberán ser canceladas.

8. Notificación a otros organismos y entidades

Dependiendo del tipo de actividad de la empresa, es posible que deba notificarse la baja en otros organismos o entidades relacionadas, como el registro de marcas y patentes, la Comunidad Autónoma de Galicia, o la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.

9. Archivado de la documentación

Una vez que la empresa se ha dado de baja, es fundamental conservar todos los documentos relacionados con la disolución y liquidación de la sociedad durante un periodo mínimo de 6 años, según lo establece la normativa fiscal y mercantil.

¿Es posible adelantar la edad de jubilación en España?

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En España, la edad de jubilación se ha ido modificando en los últimos años, y actualmente está establecida en los 66 años y 4 meses, si se ha cotizado lo suficiente (al menos 37 años y 3 meses). Sin embargo, la posibilidad de adelantar esta edad es un tema que genera debate y está relacionado con diversos factores sociales, económicos y demográficos. A continuación, exploramos las principales causas que podrían llevar a plantear un adelanto de la edad de jubilación.

1. Envejecimiento de la población

El envejecimiento de la población es una de las principales razones que podrían justificar la necesidad de revisar la edad de jubilación. La esperanza de vida en España ha aumentado significativamente en las últimas décadas, lo que significa que las personas viven más tiempo y, en muchos casos, gozan de buena salud en sus años avanzados. Esto genera un aumento en el número de pensionistas, lo que pone presión sobre el sistema de pensiones, que se financia en gran parte mediante las cotizaciones de los trabajadores activos.

2. Sostenibilidad del sistema de pensiones

El sistema de pensiones en España está basado en un modelo de reparto, lo que significa que los trabajadores activos financian las pensiones de los jubilados. Sin embargo, el aumento de la longevidad, combinado con una baja tasa de natalidad, está provocando un desequilibrio en este modelo, con más pensionistas y menos cotizantes. Ante este escenario, se está considerando la posibilidad de adelantar la edad de jubilación como una medida para alargar el tiempo en que las personas siguen cotizando al sistema, contribuyendo así a su sostenibilidad.

3. Condiciones laborales mejoradas

Otro factor que podría influir en la revisión de la edad de jubilación es la mejora de las condiciones laborales. A medida que los trabajos se han vuelto menos físicos y más tecnológicos, las personas pueden mantenerse activas durante más tiempo. Esto ha llevado a la reflexión de que, con una adecuada capacitación y un entorno laboral adaptado, muchas personas podrían seguir trabajando durante más años sin que esto perjudique su salud ni su productividad.

4. Cambio en las expectativas laborales y personales

Hoy en día, las expectativas de los trabajadores han cambiado. La cultura del trabajo ha evolucionado hacia una mayor flexibilidad, con opciones como el teletrabajo, la jornada reducida y otras fórmulas que permiten a los trabajadores adaptarse a sus necesidades personales y familiares. Esto puede hacer que muchas personas estén dispuestas a trabajar durante más años, siempre y cuando se les ofrezcan condiciones que favorezcan su bienestar y calidad de vida.

5. Aumento de la movilidad laboral

La globalización y la digitalización también han cambiado la naturaleza del empleo, haciendo que las personas puedan trabajar más tiempo y desde cualquier lugar del mundo. En este contexto, algunas personas consideran que la edad de jubilación puede ser flexible, ya que, con las herramientas adecuadas, pueden seguir desempeñando funciones laborales sin las limitaciones físicas que presentaban trabajos anteriores.

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